{"id":5044,"date":"2015-11-17T16:27:57","date_gmt":"2015-11-17T16:27:57","guid":{"rendered":"http:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/?page_id=5044"},"modified":"2020-07-23T21:24:04","modified_gmt":"2020-07-23T21:24:04","slug":"santa-dorotea-2","status":"publish","type":"page","link":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/santa-dorotea-2\/","title":{"rendered":"Santa Dorotea"},"content":{"rendered":"

 <\/p>\n

 <\/p>\n

\"santa<\/a><\/p>\n

En Cesarea de Capadocia a fines del Siglo III, naci\u00f3 Dorotea, cuando Diocleciano, a nombre del Emperador Maximiano Galerio, reg\u00eda los destinos del imperio romano.
\nDorotea era cristiana, amaba y serv\u00eda al verdadero Dios y le honraba con el ayuno y la oraci\u00f3n Era muy atractiva, mansa, humilde, pero sobre todo, prudente y sabia. Quienes la conoc\u00edan, se maravillaban de sus dones y glorificaban a Dios por su sierva. Por su amor perfecto a Cristo alcanz\u00f3 la corona de la virginidad inmaculada y la palma del martirio.
\nLa fama de la santidad de Dorotea lleg\u00f3 a o\u00eddos del perseguidor de los cristianos Saprizio, el Prefecto, quien mand\u00f3 a apresarla para interrogarla.
\nCuando se instal\u00f3 el tribunal, trajeron a Dorotea quien, despu\u00e9s de haber elevado su oraci\u00f3n ante Dios, se mantuvo firme delante del Prefecto.
\n– \u00bfC\u00f3mo te llamas?\u201d , le pregunt\u00f3.
\n– \u201cMi nombre es Dorotea\u201d, respondi\u00f3 la joven.
\nSaprizio dijo: \u201cHe mandado traerte para que ofrezcas sacrificios a los dioses inmortales, seg\u00fan la ley de nuestros augustos pr\u00edncipes\u201d.
\nRespondi\u00f3 Dorotea: \u201cEl Dios que est\u00e1 en el cielo es la augusta Majestad, s\u00f3lo a \u00c9l sirvo: Adorar\u00e1s al Se\u00f1or, tu Dios y a \u00e9l s\u00f3lo servir\u00e1s. Los dioses que no crearon el cielo y la tierra, perecer\u00e1n de la tierra. Pues bien, a qu\u00e9 emperador debemos obedecer, al terrenal o al celestial, a Dios o a un hombre. Los emperadores son hombres mortales como lo fueron tambi\u00e9n estos dioses, de los cuales ador\u00e1is sus im\u00e1genes\u201d.
\nSaprizio a\u00f1adi\u00f3: \u201cSi quieres regresar sana y salva, cambia tu decisi\u00f3n y ofrece el sacrificio a los dioses, de lo contrario te har\u00e9 castigar por las leyes m\u00e1s severas, para escarmiento de los dem\u00e1s\u201d.
\n\u201cAnte esto -replic\u00f3 Dorotea- dar\u00e9 testimonio de temor de Dios, para que todos aprendan a temer a Dios y no a los hombres airados que, como criaturas irracionales o perros rabiosos, se lanzan contra los hombres inocentes, se agitan, se inquietan, ladran insolentes y los desgarran con mordeduras\u201d.
\nSaprizio dijo. \u201cVeo que est\u00e1s resuelta a mantenerte firme en tu confesi\u00f3n in\u00fatil y quieres morir. Esc\u00fachame, y ofrece sacrificios para que escapes del \u201cpotro\u201d (caballete de torturas.).
\nEsas torturas son pasajeras, pero los tormentos del infierno son eternos. Para escapar de la pena eterna, no temo estos sufrimientos, pues Jes\u00fas dijo: \u201cNo tem\u00e1is los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma, temed m\u00e1s bien a Aquel que puede herir el cuerpo y el alma en el infierno\u201d , dijo Dorotea.
\nSaprizio replic\u00f3: \u201cEntonces teme a los dioses y ofr\u00e9celes sacrificios, para evitar el castigo de su ira\u201d.
\nPero ella dijo: \u201cDe ning\u00fan modo me convencer\u00e1s, esos dioses son los esp\u00edritus de hombres vanos que vivieron torpemente y murieron como seres irracionales, porque no conocieron al Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todas las cosas. Las almas de tus \u00eddolos cuya imagen impresa en metales ador\u00e1is, arden en el fuego, donde tambi\u00e9n ir\u00e1n los que negaron al Creador\u201d.
\nSaprizio se encendi\u00f3 en c\u00f3lera y dijo a los verdugos: \u201cPonedla en el potro, atormentadla hasta que ofrezca el sacrificio a los dioses\u201d.
\nLa sierva de Dios inmutable y firme, le interpel\u00f3: \u201c\u00bfQu\u00e9 esperas? Haz lo que debes hacer, as\u00ed podr\u00e9 ver a Aquel por cuyo amor no temo la muerte ni los tormentos\u201d.
\nSaprizio a\u00f1adi\u00f3: \u201c\u00bfPero, qui\u00e9n es Aquel que tu deseas?\u201d.
\n\u201cCristo, el Hijo de Dios\u201d, respondi\u00f3 Dorotea.
\nY \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 Cristo? pregunt\u00f3 Saprizio.
\nDorotea respondi\u00f3: Si creemos en su Omnipotencia, \u00c9l est\u00e1 en todas partes; si miramos en cambio su Humanidad sant\u00edsima, profesamos que el Hijo de Dios subi\u00f3 al cielo y est\u00e1 sentado a la diestra de Dios Padre omnipotente, desde all\u00ed, verdadero y \u00fanico Dios con el Padre y con el Esp\u00edritu Santo, nos invita al Para\u00edso de sus delicias, donde los \u00e1rboles siempre est\u00e1n cargados de frutas. En toda las estaciones florecen los lirios, las rosas, verdean los campos los montes, las colinas se adornan, el agua fluye dulcemente y las almas de los santos gozan en Cristo. Si creyeses lo que yo creo, tambi\u00e9n t\u00fa podr\u00edas entrar en el Para\u00edso de las delicias de Dios\u201d.
\nSaprizio sentenci\u00f3: \u201cOlv\u00eddate de esas peque\u00f1eces, ofrece incienso a los dioses, c\u00e1sate y disfruta en esta vida sino perecer\u00e1s como tus padres\u201d.<\/h4>\n

Conversi\u00f3n y martirio de Crista y Calixta<\/p>\n

Despu\u00e9s de esto, Saprizio llam\u00f3 a dos hermanas Crista y Calixta quienes, poco antes hab\u00edan apostatado y les orden\u00f3: \u201cAs\u00ed como vosotras abandonasteis la vanidad y la superstici\u00f3n cristiana y ya ador\u00e1is a los dioses invictos, por lo cual os recompens\u00e9; ahora deb\u00e9is inducir a Dorotea a renunciar de su necedad, os premiar\u00e9 con mejores regalos\u201d.
\nLlevaron a su casa a Dorotea y trataron de persuadirle: \u201cAcepta lo que te dice el juez, y te librar\u00e1s del peligro de las penas como nosotras. No desperdicies tu vida con los tormentos y la muerte\u201d.
\nDorotea, con dulzura, les reproch\u00f3: \u201cOh, si escuchaseis mi consejo, os arrepentir\u00edais de haber ido tras los dioses falsos, pero el Se\u00f1or es bueno y misericordioso hacia quienes se convierten a \u00c9l de todo coraz\u00f3n\u201d.
\nCrista y Calixta se conmovieron: \u201cPero si ya hemos matado a Cristo en nuestro coraz\u00f3n, c\u00f3mo lo resucitaremos?\u201d.
\nDijo Dorotea: \u201cPecado m\u00e1s grande es desesperar de la misericordia del Se\u00f1or que ofrecer sacrificios a los \u00eddolos. No desesper\u00e9is porque el Se\u00f1or puede curar vuestras llagas. No hay llaga que El no pueda sanar. Es Salvador porque salva; es Redentor porque redime; liberador porque no cesa de liberar. Arrepent\u00edos de coraz\u00f3n, tened fe y ser\u00e9is perdonadas\u201d.
\nLas dos mujeres se arrojaron a sus pies, ba\u00f1adas en l\u00e1grimas y le suplicaron su intercesi\u00f3n para ofrecer a Dios su arrepentimiento y alcanzar el perd\u00f3n.
\nDorotea elev\u00f3 su oraci\u00f3n conmovida por las l\u00e1grimas: \u201cOh Se\u00f1or que has dicho, \u201cNo quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.\u201d Y \u201chay mayor fiesta en los cielos por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no han pecado\u201d, muestra tu piedad hacia quienes el Demonio te hab\u00eda arrebatado. Vuelve a llamarlas a tu grey para que con su ejemplo, regresen a Ti todos los que se alejaron de tu amor\u201d.
\nMientras as\u00ed oraba, el Prefecto mand\u00f3 traer a Crista y Calixta para averiguar si hab\u00edan logrado replegar el \u00e1nimo de Dorotea.
\nEllas respondieron: \u201cEstabamos equivocadas, hab\u00edamos obrado inicuamente al ofrecer sacrificios a los dioses falsos por miedo a las penas y dolores pasajeros; pero ya nos hemos arrepentido para alcanzar el perd\u00f3n de Dios\u201d.
\nEntonces Saprizio, se rasg\u00f3 sus vestidos y orden\u00f3 furioso que las amarrasen juntas de espaldas y las pusieran en el suplicio de la copa, si no adoraban a los dioses, mas, ellas elevaron su oraci\u00f3n: \u201cSe\u00f1or Jes\u00fas, acepta nuestro arrepentimiento y conc\u00e9denos tu perd\u00f3n.\u201d Y repitiendo esta confesi\u00f3n fueron torturadas y quemadas vivas.
\nDorotea les animaba: \u201cId al cielo, con la certeza del perd\u00f3n de vuestros pecados, sabed que hab\u00e9is recuperado la palma del martirio que hab\u00edas perdido. Viene a abrazaros el Padre, alegre por el hijo perdido y hallado\u201d.<\/p>\n

Muerte de Dorotea<\/p>\n

Luego, Dorotea al ser torturada nuevamente, comprendi\u00f3 que hab\u00eda llegado por fin su anhelada aspiraci\u00f3n. Subi\u00f3 feliz al tormento porque, aquellas almas que el Demonio hab\u00eda raptado de Dios, en ese momento, hab\u00edan sido reconquistadas.
\nDijo a Saprizio \u201cEn el cielo hay una gran fiesta; gozan los Angeles, se alegran los Arc\u00e1ngeles, exultan los Ap\u00f3stoles, los M\u00e1rtires y todos los Profetas. Apres\u00farate, haz pronto lo que debes hacer, para poder unirme a la alegr\u00eda y gozo de los santos\u201d.
\nEntonces Saprizio hizo aplicar en los costados de la joven, antorchas encendidas, y luego la hizo abofetearla hasta desfigurar la cara. Finalmente dict\u00f3 la sentencia de muerte: \u201cA Dorotea, joven muy soberbia que se neg\u00f3 a adorar a los dioses inmortales para salvar su vida y m\u00e1s bien, quiso resueltamente morir por no s\u00e9 qu\u00e9 hombre que se llama Cristo, ordeno la pena de muerte a espada\u201d.
\nDorotea exclam\u00f3 dichosa: \u201cTe agradezco, oh Amado de las almas, porque me invitas a tu Para\u00edso y a las nupcias celestiales\u201d.<\/p>\n

Mientras sal\u00eda del pretorio, Te\u00f3filo, el abogado de Saprizio, en forma ir\u00f3nica le dijo: \u201cOh t\u00fa, esposa de Cristo, m\u00e1ndame rosas y manzanas del para\u00edso de tu esposo.\u201d Dorotea le respondi\u00f3: \u201cS\u00ed, te las mandar\u00e9\u201d.<\/p>\n

Al llegar al lugar del suplicio, or\u00f3 un instante, y se realiz\u00f3 el prodigio: apareci\u00f3 un ni\u00f1o con tres manzanas y tres rosas. Dorotea le orden\u00f3: \u201cLl\u00e9valas a Te\u00f3filo y dile: \u201cHe aqu\u00ed, te mando del Para\u00edso lo que me has pedido\u201d.
\nEnseguida, la joven fue degollada, y, circundada con la gloria del martirio, fue al encuentro de Cristo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

    En Cesarea de Capadocia a fines del Siglo III, naci\u00f3 Dorotea, cuando Diocleciano, a nombre del Emperador Maximiano Galerio, reg\u00eda los destinos del imperio romano. Dorotea era cristiana, amaba y serv\u00eda al verdadero Dios y le honraba con el ayuno y la oraci\u00f3n Era muy atractiva, mansa, humilde, pero sobre todo, prudente y sabia. Quienes la conoc\u00edan, se maravillaban de sus dones y glorificaban a Dios por su sierva. Por su amor perfecto a Cristo alcanz\u00f3 la corona de la virginidad inmaculada y la palma del martirio. La fama de la santidad de Dorotea lleg\u00f3 a o\u00eddos del perseguidor de los cristianos Saprizio, el Prefecto, quien mand\u00f3 a apresarla para interrogarla. Cuando se instal\u00f3 el tribunal, trajeron a Dorotea quien, despu\u00e9s de haber elevado su oraci\u00f3n ante Dios, se mantuvo firme delante del Prefecto. – \u00bfC\u00f3mo te llamas?\u201d , le pregunt\u00f3. – \u201cMi nombre es Dorotea\u201d, respondi\u00f3 la joven. Saprizio dijo: \u201cHe mandado traerte para que ofrezcas sacrificios a los dioses inmortales, seg\u00fan la ley de nuestros augustos pr\u00edncipes\u201d. Respondi\u00f3 Dorotea: \u201cEl Dios que est\u00e1 en el cielo es la augusta Majestad, s\u00f3lo a \u00c9l sirvo: Adorar\u00e1s al Se\u00f1or, tu Dios y a \u00e9l s\u00f3lo servir\u00e1s. Los dioses que no crearon el cielo y la tierra, perecer\u00e1n de la tierra. Pues bien, a qu\u00e9 emperador debemos obedecer, al terrenal o al celestial, a Dios o a un hombre. Los emperadores son hombres mortales como lo fueron tambi\u00e9n estos dioses, de los cuales ador\u00e1is sus im\u00e1genes\u201d. Saprizio a\u00f1adi\u00f3: \u201cSi quieres regresar sana y salva, cambia tu decisi\u00f3n y ofrece el sacrificio a los dioses, de lo contrario te har\u00e9 castigar por las leyes m\u00e1s severas, para escarmiento de los dem\u00e1s\u201d. \u201cAnte esto -replic\u00f3 Dorotea- dar\u00e9 testimonio de temor de Dios, para que todos aprendan a temer a Dios y no a los hombres airados que, como criaturas irracionales o perros rabiosos, se lanzan contra los hombres inocentes, se agitan, se inquietan, ladran insolentes y los desgarran con mordeduras\u201d. Saprizio dijo. \u201cVeo que est\u00e1s resuelta a mantenerte firme en tu confesi\u00f3n in\u00fatil y quieres morir. Esc\u00fachame, y ofrece sacrificios para que escapes del \u201cpotro\u201d (caballete de torturas.). Esas torturas son pasajeras, pero los tormentos del infierno son eternos. Para escapar de la pena eterna, no temo estos sufrimientos, pues Jes\u00fas dijo: \u201cNo tem\u00e1is los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma, temed m\u00e1s bien a Aquel que puede herir el cuerpo y el alma en el infierno\u201d , dijo Dorotea. Saprizio replic\u00f3: \u201cEntonces teme a los dioses y ofr\u00e9celes sacrificios, para evitar el castigo de su ira\u201d. Pero ella dijo: \u201cDe ning\u00fan modo me convencer\u00e1s, esos dioses son los esp\u00edritus de hombres vanos que vivieron torpemente y murieron como seres irracionales, porque no conocieron al Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todas las cosas. Las almas de tus \u00eddolos cuya imagen impresa en metales ador\u00e1is, arden en el fuego, donde tambi\u00e9n ir\u00e1n los que negaron al Creador\u201d. Saprizio se encendi\u00f3 en c\u00f3lera y dijo a los verdugos: \u201cPonedla en el potro, atormentadla hasta que ofrezca el sacrificio a los dioses\u201d. La sierva de Dios inmutable y firme, le interpel\u00f3: \u201c\u00bfQu\u00e9 esperas? Haz lo que debes hacer, as\u00ed podr\u00e9 ver a Aquel por cuyo amor no temo la muerte ni los tormentos\u201d. Saprizio a\u00f1adi\u00f3: \u201c\u00bfPero, qui\u00e9n es Aquel que tu deseas?\u201d. \u201cCristo, el Hijo de Dios\u201d, respondi\u00f3 Dorotea. Y \u00bfd\u00f3nde est\u00e1 Cristo? pregunt\u00f3 Saprizio. Dorotea respondi\u00f3: Si creemos en su Omnipotencia, \u00c9l est\u00e1 en todas partes; si miramos en cambio su Humanidad sant\u00edsima, profesamos que el Hijo de Dios subi\u00f3 al cielo y est\u00e1 sentado a la diestra de Dios Padre omnipotente, desde all\u00ed, verdadero y \u00fanico Dios con el Padre y con el Esp\u00edritu Santo, nos invita al Para\u00edso de sus delicias, donde los \u00e1rboles siempre est\u00e1n cargados de frutas. En toda las estaciones florecen los lirios, las rosas, verdean los campos los montes, las colinas se adornan, el agua fluye dulcemente y las almas de los santos gozan en Cristo. Si creyeses lo que yo creo, tambi\u00e9n t\u00fa podr\u00edas entrar en el Para\u00edso de las delicias de Dios\u201d. Saprizio sentenci\u00f3: \u201cOlv\u00eddate de esas peque\u00f1eces, ofrece incienso a los dioses, c\u00e1sate y disfruta en esta vida sino perecer\u00e1s como tus padres\u201d. Conversi\u00f3n y martirio de Crista y Calixta Despu\u00e9s de esto, Saprizio llam\u00f3 a dos hermanas Crista y Calixta quienes, poco antes hab\u00edan apostatado y les orden\u00f3: \u201cAs\u00ed como vosotras abandonasteis la vanidad y la superstici\u00f3n cristiana y ya ador\u00e1is a los dioses invictos, por lo cual os recompens\u00e9; ahora deb\u00e9is inducir a Dorotea a renunciar de su necedad, os premiar\u00e9 con mejores regalos\u201d. Llevaron a su casa a Dorotea y trataron de persuadirle: \u201cAcepta lo que te dice el juez, y te librar\u00e1s del peligro de las penas como nosotras. No desperdicies tu vida con los tormentos y la muerte\u201d. Dorotea, con dulzura, les reproch\u00f3: \u201cOh, si escuchaseis mi consejo, os arrepentir\u00edais de haber ido tras los dioses falsos, pero el Se\u00f1or es bueno y misericordioso hacia quienes se convierten a \u00c9l de todo coraz\u00f3n\u201d. Crista y Calixta se conmovieron: \u201cPero si ya hemos matado a Cristo en nuestro coraz\u00f3n, c\u00f3mo lo resucitaremos?\u201d. Dijo Dorotea: \u201cPecado m\u00e1s grande es desesperar de la misericordia del Se\u00f1or que ofrecer sacrificios a los \u00eddolos. No desesper\u00e9is porque el Se\u00f1or puede curar vuestras llagas. No hay llaga que El no pueda sanar. Es Salvador porque salva; es Redentor porque redime; liberador porque no cesa de liberar. Arrepent\u00edos de coraz\u00f3n, tened fe y ser\u00e9is perdonadas\u201d. Las dos mujeres se arrojaron a sus pies, ba\u00f1adas en l\u00e1grimas y le suplicaron su intercesi\u00f3n para ofrecer a Dios su arrepentimiento y alcanzar el perd\u00f3n. Dorotea elev\u00f3 su oraci\u00f3n conmovida por las l\u00e1grimas: \u201cOh Se\u00f1or que has dicho, \u201cNo quiero la muerte del pecador, sino que se convierta y viva.\u201d Y \u201chay mayor fiesta en los cielos por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no han pecado\u201d, muestra tu piedad hacia quienes el Demonio […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"parent":0,"menu_order":0,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","template":"","meta":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5044"}],"collection":[{"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/pages"}],"about":[{"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/types\/page"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=5044"}],"version-history":[{"count":7,"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5044\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":6219,"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/pages\/5044\/revisions\/6219"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/hermanasdoroteas.com.co\/site\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=5044"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}